El éxito o el fracaso de una empresa están intrínsecamente relacionados con su estrategia de comunicación. Esta no solo es la cara visible de la organización, también es el canal a través del cual genera confianza y construye o mantiene su reputación ante todos y cada uno de sus stakeholders.
A diferencia de años atrás, existe un consenso creciente entre los profesionales de la mayoría de los sectores sobre la importancia vital de la comunicación para las empresas. Es una herramienta muy útil para destacar las fortalezas ante el público e impulsar las ventas y la captación de nuevos clientes.
No obstante, la comunicación ha sido, es y será un intangible; por ello, muchas empresas siguen sin otorgarle el merecido valor y, por lo tanto, sin tener la capacidad para medir su impacto positivo en los beneficios. Este hecho provoca que todavía haya empresas que no integren a sus departamentos de comunicación en las decisiones estratégicas o no sepan gestionarla de la manera más efectiva posible.
Comunicación, confianza y beneficios
¿Cómo afecta la comunicación a los ingresos? Los profesionales de la comunicación tienen el poder de contribuir significativamente a mejorar la percepción de una marca en la mente de los stakeholders, haciéndola más reconocible y cercana, lo cual aumenta las posibilidades de que elijan sus productos o servicios.
La comunicación genera confianza y la confianza se traduce en ingresos. Por eso, el objetivo principal de las estrategias de comunicación es mostrar cómo la compañía ha construido la confianza del mercado mediante su filosofía y sus propios méritos. Esta confianza abarca a consumidores, inversores, accionistas y empleados.
La comunicación como equilibrio entre stakeholders
La comunicación actúa como un paraguas que abarca todos los stakeholders. El equilibrio que crea es esencial para el progreso de la organización, ya que permite que todos los interesados, aunque tengan objetivos diferentes, estén motivados y crean en un proyecto común, que además, ofrece garantías para aportar beneficios.
Uno de los principales grupos que debe confiar en las organizaciones son sus empleados, quienes son la base de la actividad empresarial que culmina en la decisión de compra. El sentimiento de pertenencia de los empleados tiene un impacto directo en la productividad, ya que influye en su deseo de dar lo mejor de sí mismos. Un equipo motivado se traduce en menores costes, empresas más cohesionadas, coherentes y eficientes, lo que, a su vez, beneficia a la organización.
Un equipo que produzca resultados empresariales positivos genera mayor confianza en el futuro de la empresa frente a inversores o entidades financieras. Una comunicación sólida puede atraer más inversiones, reducir los costes financieros y fomentar el compromiso de los accionistas, mejorando significativamente la cuenta de resultados.
Comunicación y percepción pública
La comunicación también debe enfocarse en la sociedad en general, no solo en las ventas o los accionistas, también en demostrar que la empresa o el sector contribuyen positivamente al entorno que los rodea. Ser transparente y mostrar los beneficios de las actividades realizadas puede influir en la percepción pública y, por lo tanto, en las politicas públicas que afectan al sector, mejorando el porcentaje de beneficios.
Valorar la comunicación como uno de los activos más importantes de la empresa y medir su impacto en los resultados financieros sigue siendo un desafío. Aunque los profesionales pueden reconocer el valor de su trabajo, cuantificarlo con precisión es más complejo que evaluar otras competencias. Sin embargo, la comunicación es tan vital como cualquier otro proceso esencial dentro de la empresa. Es el pilar que sostiene la confianza, y sin confianza, nada funciona.
Hoy en día, la comunicación debe cumplir con múltiples requisitos, desde ser personalizada hasta estar socialmente comprometida. Los responsables de esta área deben estar involucrados en las decisiones estratégicas, ya que poseen la herramienta que sustenta gran parte de la reputación de las organizaciones y que es crucial para mejorar los resultados.
Dar a la comunicación el valor que merece dentro de cada organización permitirá optimizar las estrategias y asegurar un mayor retorno de inversión, proporcionando una importante ventaja competitiva.